lunes, 24 de agosto de 2009

20 de Noviembre Conmemoración de la heroica Batalla de Obligado


LA BATALLA OLVIDADA
La Vuelta de Obligado(Miguel Brascó - por Alfredo Zitarrosa)








Preparativos


En los primeros días de noviembre de 1845 zarpó de Montevideo la escuadra combinada anglo-francesa con el fin de remontar el Paraná, estando compuesta por seis barcos con bandera inglesa y otros cinco con la de Francia, además de las barcas carboneras para abastecer los navíos a vapor. detrás de este contingente bélico, navegaba un convoy de noventa barcos mercantes de distintas banderas cargado con mercadería para ser comercializadas en Corrientes y el Paraguay. Señala el Historiador Alberto Noblia en su “Reseña Histórica de San Pedro” que “el 14 de Agosto el General Lucio N. Mansilla solicita por nota al Juez de Paz sampedrino, don Benito Urraco, le informe el estado de todas las fuerzas del distrito desde la edad de 15 a 70 años, como también del armamento existente y agrega que se mantenga en Estado de Asamblea a la Milicia Activa. El 22 el mismo jefe militar pide al Juez el envió de 25 o 30 tirantes de madera fuerte, posiblemente para la construcción de las baterías. El 12 de Noviembre Mansilla envía a San Pedro al Sargento Mayor Julián Bendim al mando de “ciento setenta y tantos” soldados de caballería e infantería, con el fin de rechazar cualquier intento de desembarco por parte de los anglo franceses”.
Encuentro previo a la batalla


El 18 de noviembre, la flota invasora pasó frente a San Pedro y desprendió de ella a varias balleneras que penetraron en la laguna con el fin de efectuar un desembarco armado. No lograron su objetivo al ser rechazados a tiros de fusil por un grupo de valientes vecinos comandados por Tomas Obligado. En la tarde de ese mismo día la flota fondeo a la vista de la vuelta de Obligado, pero fuera del alcance de los cañones.Las defensas de ObligadoLa construcción de las fortificaciones fue dirigida por el Ingeniero Hilario López Culle, colaborando activamente el Sampedrino José Rufino Núñez, estando compuesta por cuatro baterías según podemos observar en el croquis:BATERIAS ALTURA PIEZAS“RESTAURADOR ROSAS” 20 m. 6 de regular calibre 2/24 y 4 / 16“GENERAL BROWN” 17 m. 5 de regular calibre entre 24 y 12“GERAL MANSILLA” rasante 3 de pequeño calibre de 12 y a 8“MUNUELITA” 19 m. 7 de a 10.Estas 21 piezas se hallaban servidas por 220 artilleros, protegidos por débiles parapetos de tierra y madera, siendo mandadas respectivamente por Álvaro Alzogaray, Eduardo Brown (Hijo menor del almirante) Felipe Palacio y Juan Bautista Thorne.
Eslabones originales de las cadenas de Obligado. (Peso: 3.100 gr./ Largo: 23 cm./Ancho: 14 cm./ Espesor: 33 mm.)
Junto a la batería Mansilla, ubicada sobre la playa para tiro rasante, se hallaban amarradas tres gruesas cadenas que atravesaban el rió, sostenidas por 24 pontones a los que se había quitado los mástiles y que se hallaban ancladas y aseguradas en la margen opuesta al Bergantín “Republicano”, al mando del capitán de marina Thomas Craig. La cadena poseía un espesor de 1 1/8 de pulgadas y 360 brazadas de largo, habiendo sido solicitada por Mansilla a Buenos Aires el 27 de agosto de ese mismo año.Tres lanchones, el “Místico”, el “Restaurador” y el “Lagos”, dotados de piezas de pequeño calibre se hallaban detrás del “Republicano” para repeler cualquier intento de la marinería anglo francesa de cortar las cadenas. El capitán de fragata Teodoro Cailler-Bois en su “Historia Naval Argentina” señala también la presencia de seis balleneras y ocho embarcaciones pequeñas destinadas a transportar unos 200 infantes a la orilla opuesta del rió si es que el enemigo desembarcaba e intentaba construir baterías allí.Por ultimo cinco pequeñas chalanas se hallaban preparadas con materiales incendiarios para hacerlas actual como “brulotes”, se las incendia y envía en dirección a la flota enemiga.Alberto Luis Noblía señala la disposición de las tropas: “Entre la primera y segunda batería, un poco más atrás, se encontraban 100 hombres al mando del teniente Juan Gainza, detrás de estos y a su derecha , se hallaban 400 soldados del Regimiento de Patricios de Buenos Aires. Luego estaban situados cuatro cañones de a 4 al mando del teniente coronel Sereso. Más atrás aún, y a la altura de la segunda batería, se encontraba el Coronel José María Cortines que, secundado por el Mayor Julián de Rot y el vecino Sampedrino Facundo Quiroga, hijo del
“Tigre de los llanos”, comandaba a 220 soldados de caballería y 600 de infantería componentes del Regimiento de Milicias N° 4 con asiento en San Nicolás de los Arroyos y entre los que se encontraban un centenar de Sampedrinos. Ingeniería“(...) En el flanco izquierdo de la batería “Mansilla” en el mogote izquierdo, estaban apoyadas las anclas que sostenían a la línea de 24 buques, desmantelados y fondeados en línea con tres cadenas corridas por la proa, centro y popa, su espesor la más gruesa de una y octava de pulgada. Mas con el fin de mantener los buques en línea, que con el fin de privar el paso a la potencia de los vapores y con el propósito de manifestar que el paso del río no era libre. Así como el de obligar a los enemigos a batirse si intentase cortarlas.El costado izquierdo o extremo de las cadenas estaba guardado o sostenido por el bergantín “Republicano” con sus piezas de 10 toneladas a su costado de estribor (...) (”Informe de Mansilla a Rosas)Finalmente y más atrás de los últimos nombrados, se encontraba el Juez de Paz de San Pedro Benito Urraco acompañado con 170 de sus vecinos. Allí también estaban los de igual cargo de Baradero y San Antonio de Areco, Juan de Magallanes y Tiburcio Lima, con 100 y 30 de sus vecinos respectivamente.A retaguardia de la tercera batería se encontraban 200 milicianos del Batallón Norte al mando del Teniente Coronel Virto, también entre ellos se hallaban múltiples Sampedrinos. Detrás de estos se encontraba el General Lucio Mansilla, como comandante el Jefe de todas las fuerzas, el segundo jefe Juan Crespo y 70 soldados a caballo del grupo Escolta.Detrás de la cuarta batería se encontraban 200 soldados pertenecientes a la Compañía de Patricios de San Nicolás bajo las órdenes del Comandante Luis Barrera, cuerpo éste integrado por muchos Sampedrinos. A las espaldas de éstos, se encontraban dos piezas volantes de artillería comandados por el Teniente Coronel Laureano Anzoátegui.Caballería“(...) A pesar de que la excesiva ventaja de los cañones de los inicuos extranjeros hayan conseguido denostar y despedazar las baterías de Obligado, no por eso osaran a invadir en tierra. La Caballería cubre los alrededores de aquel punto y no ocupan nuestros cobardes agresores más terreno que el que alcance su metralla (...)”. (Estación de Catevra. Noviembre 22 de 1845 . General Lucio Mansilla al Comandante Militar de Rosario Sargento Mayor Don Agustín Fernández.)A un cuarto de legua de la costa, entre la tercera y cuarta betería y sobre el “camino de la bajada”, estaban el “Parque de Artillería” y la Enfermería, esta última encabezada por la Nicoleña Petrona Simonino, secundada por un grupo de damas de San Pedro y San Nicolás.En total, y al margen de los artilleros, había 2.290 hombres en condiciones de combatir, incluidos los vecinos.Artillería“(...) El territorio Argentino ha sido atacado por las fuerzas Anglo francesas sobre las márgenes del Paraná. La poderosa artillería de las escuadras combinadas ... ha destruido en ocho horas consecutivas de vivo fuego nuestras baterías compuestas de 35 piezas de los calibres de a 4 8 10 12 16 18 y 24, servidas por artilleros y soldados improvisados, cuyo valor heroico no han podido abatir los invasores, a pesar de la inmensa ventaja de sus fuerzas de artillería y de sus cañones y del valor e intrepidez que han desplegado en el ataque (...)” (Gaceta Mercantil. Tomado del archivo Americano 1 Serie N 23 pag.65 67)Las fuerzas enemigasEsta “Task Force” estaba formada por las siguientes naves:INGLESESVapor “Gorgon” , Comandante Ch. Hotham, artilleria 6/64 y 4/32, Tn.1.100Vapor “Firebrand”, Comandante J: Hope, artilleria 6/64 y 4/32, Tn.1.190Corbeta “Comus” , Comandante Inglefield, artilleria 16/32, Tn. 490Bergantín “Philomel”, Comandante Sullivan, artilleria 10/32, Tn.428Brergantín “Dolphin”, Comandante Leringe, artilleria 3/32, Tn.318Bergantín “Fanny” Comandante Key, artilleria 1/24,-------FRANCESESBergatín “San Martín”, Comandante Tréhouart, artilleria 2/24 y 16/16, Tn.200Vapor “Fulton”, Comandante Maziéres, artilleria 2/80, Tn.650Corbeta “Expéditive”, Comandante De Miniac, artilleria 16 de a 8 pulg. , Tn.-----Bergantín “Pandour”, Comandante Du Paie, artilleria 10 paixhans de 30 lbsBerg – Gol. “Prócide”, Comandante De la Rivére, artilleria 3/18
Vapor "Gordon".
El total general de tripulantes era de 3.000, en tanto que los infantes de marina embarcados sumaban 800. Esta flota combinada no poseía un comando único. Las insignias venían en el “Gorgon” y en el “San Martín”, siendo Hotham el comandante más antiguo.La artillería de los invasores era la más moderna que existía en el mundo. Los barcos ingleses poseían cañones cuya particularidad era que el interior del caño era “rayado”, siendo los primeros que se empleaban en la guerra. El “alma rayada” revolucionaría la armamentística mundial. Por su parte los franceses emplearon el modernísimo cañón-obús “Paixhands” que disparaba balas explosivas de 40 kilos.Como se sabe esta flota de guerra custodiaba a unos 90 mercantes que querían llevar producción al Paraguay. Esas naves aguardaban detrás de las de guerra, en espera que liberaran el paso defendiendo la banderas del libre cambio y forzando la navegación de lo que eran ríos interiores del país.Esto era descabellado, como si naves Argentinas pudieran haber navegado de prepo el Sena o el Támesis.Señala Noblía en su obra citada que: “según las costumbres de esa época, los ríos interiores pertenecían al territorio que surcaban, o sea que se los consideraba como verdadera tierra firme, siempre y cuando ambas orillas pertenecieran al mismo estado. En el caso que las orillas tuvieran distintos propietarios solamente ellos poseían la exclusividad de navegarlo. Estos conceptos jurídicos tenían aceptación mundial y no había legislación, ni nacional ni internacional, que expresara lo contrario, salvo pactos aislados surgidos luego de la finalización de alguna guerra, donde los vencidos se veían obligados a perder parte de sus derechos otorgando al vencedor la libre navegación de sus ríos interiores”.Cuando aconteció esta batalla las dos orillas del Paraná pertenecían a la Confederación Argentina comandada por Rosas, y recién la Constitución de la Nación Argentina de 1853, dictó el artículo 26: “la navegación de los ríos interiores de la Confederación es libre para todas las banderas”.
Inicio del combate - La histórica proclama
Lucio N. Mansilla.

En la noche del 18 Mansilla con dos balleneras se acercó a la flota enemiga para reconocerla personalmente. Disparos de fusilería provenientes de las naves invasoras lo obligaron a retornar a las baterías. El día 19 transcurrió en paz por dos razones, carencia de vientos favorables para las velas de las naves invasoras y por una intermitente lluvia. Por su parte Mansilla, ese día, efectuaba un segundo reconocimiento.El 20 cambian las condiciones atmosféricas, finaliza la lluvia, se disipa la niebla y comienza a soplar un viento suave, sostenido y a favor para las naves invasoras. A las 8,30 de la mañana de ese mismo día, los barcos anglo-franceses comienzan a moverse.Al notarlo Mansilla arengó a sus hombres diciendo:” ¡Allá la tenéis! Considerad el insulto que hacen a la soberanía de nuestra Patria al navegar, sin más título que la fuerza, las aguas de un río que corre por el territorio de nuestro País. ¡Pero no lo conseguirán impunemente! ¡Trémola en el Paraná el pabellón azul y blanco y debemos morir todos antes que verla bajar de donde flamea! A continuación la banda del Regimiento Patricios de Buenos Aires comenzó con los acordes del Himno Nacional que fue coreado por toda la tropa.Al frente de la escuadra navegaba la fragata “San Martín”, ex nave insignia del Almirante Brown, vilmente apresada frente a Montevideo, luciendo el pabellón de Francia. Cuando llegó a las proximidades de la primer batería Mansilla dio la orden de fuego gritando “VIVA LA PATRIA”, señal ya tradicional en nuestras guerras. A medida que los invasores se acercaban se generalizó el cañoneo.Según Teodoro Caillet Bois los barcos avanzaron formados en dos divisiones de nacionalidad combinada. La primera: “San Martín”, “Pandour”,”Dolphin” y “Comus”, al mando de Tréhouart. La segunda división comandada por Sullivan estaba integrada por “Philomel”, “Prócide”, “Expedictive” y “Fanny”, que se situó sobre la costa entrerriana, a unos 700 metros de la batería “Restaurador Rosas” al mando de Alzogaray.Las cadenas detienen la flotaPor medio del río continuó navegando el “San Martín” rumbo a las cadenas con el fin de cortarlas, detrás continuaba la marcha el resto de la escuadra. A medida que los invasores se acercaban a las baterías, se generalizó el cañoneo siendo los primeros blancos la corbeta “Expeditive”, la goleta “Procide” y el bergantín “Philomel”.Ya frente a las baterías y próxima a las cadenas, el “San Martín” detiene su andar al calmar el viento, razón por la cual debe anclar para no ser arrastrado por las corrientes río abajo, ya que esto produciría un extraordinario desorden en la formación.Así la nave insignia de la flotilla Francesa queda inmóvil justo enfrente de las baterías patriotas, quienes aprovechan el acontecimiento acribillándola con mas 100 balas de cañón. En la nave quedan fuera de combate 2 oficiales y 44 tripulantes, a lo que se suma la arboladura a punto de caer. En su ayuda acude el “Fulton” con sus poderosas piezas de a 80 dándole algo de alivio, pero un cañonazo corta la cadena del ancla y el “San Martín” comienza a ser arrastrado aguas abajo por lo que el comandante de la escuadra de Francia, Tréhouart, decide trasbordar a la corbeta “Expedictive”. El “Comus”, otra nave que recibió bastante castigo, registra en su bitácora que las dos baterías centrales fueron cuatro veces abandonadas por su gente.A las 9,30 horas, y con el primer intento de romper las cadenas rechazado a cañonazos, se combate en toda la línea. Todos los buques anglo-franceses han entrado en acción y todas las baterías Argentinas han contestado el fuego disparo por disparo y, a pesar de la desigualdad de armas, los defensores Argentinos logran hacer retirar detrás de la línea de fuego a los bergantines “Dolphin” u “Pandour” por las múltiples averías sufridas. Es de hacer notar que a pesar que los proyectiles patriotas eran macizos, cuando impactaban en la madera de las naves hacían saltar decenas de astillas de todos los tamaños que producían gran cantidad de heridas, a veces mortales, entre los marineros europeos.
Granada Tipo Paixhans de 30 lbs. (Peso: 26.700 gr. - Diámetro: 22 cm )
Pero los formidables “Paixhans” franceses con sus balas explosivas, comienzan a cobrar un alto precio entre los heroicos defensores.Para tener una idea, debemos pensar en una pelota N° 4 o n° 5, a fin de referencia el tamaño de los proyectiles franceses, que además estaban rellenos con metralla, pedazos de hierro y explosivo. Cuando esas bombas explotaban causaban un desastre en las baterías Argentinas.De acuerdo a algunos cálculos, no muy aproximados, hechos por el Lic. Ramos y la Universidad de Luján, se habrían intercambiado proyectiles en una cantidad que oscilaría entre los 25 y 30 mil en esas 8 o 9 horas de batalla, sobre todo del lado de los aliados. Teniendo en cuenta el cálculo de decenas de miles de proyectiles arrojados y considerando que los núcleos principales de la batalla eran las cuatro baterías instaladas en la costa, (Manuelita, Mansilla; Brown y Restaurador Rosas) tres arriba de la barranca y una rasante. Una estimación hace pensar que los artilleros que servían a esas baterías no vivirían más de media hora en su puesto, siendo reemplazados por otros artilleros, ya que la flota anglo-francesa prácticamente haría tiro al blanco con ellos.Casi al medio día, Mansilla envía una nota a Rosas comunicándole que el enemigo todavía no ha podido vencer la línea de las cadenas, “Aunque supone que podrá hacerlo, pues a él le quedan pocas municiones”. Siendo la una de la tarde continúan sin poder cortar las cadenas, sin embargo el “Republicano” vuela por los aires por orden de su capitán Thomas Craig, ya que habían quedado sin municiones y suma sus hombres a las tropas de tierra. Al desaparecer el obstáculo que presentaba el “Republicano”, el vapor “Fulton” logra llegar hasta las cadenas, aunque sin poder cortarlas por el intenso cañoneo que recibía, que incluso mata a su maquinista principal.
Ruido de rotas cadenas
Vuelta de Obligado (20 de nov. de 1845) Corte de las cadenas por parte del Firebrand Imágen de impresión británica de 1897 (Gentileza de "Colorado del Monte")

En este punto los anglo-franceses perciben que, si bien la potencia de la artillería de las naves inclina la suerte de la batalla a su favor, de nada servirá si no cortan las cadenas que obstruyen el paso. Estratégicamente la situación es crítica ya que la flota se halla encajonada recibiendo más y más castigo de las baterías Argentinas, sin poder moverse.Es ahí cuando Hope, al mando de la “Firebrand”, estima que es el momento de jugarse el todo por el todo. Ordena posicionar nuevamente la nave respondiendo a las baterías costeras y dispone bajar una pequeña lancha de desembarco. Un enorme martillo y un yunque es todo lo que carga sobre la pequeña embarcación. Hope salta sobre la misma y ordena dirigirse contra la línea de botes que soportaban las cadenas.Los patriotas observando la acción e intuyendo el objetivo les tiran con todo. Enormes columnas de agua producidas por los proyectiles se levantan a escasos metros de la lancha, bañando a los desesperados remeros que redoblan sus esfuerzos. Más peligrosos son los proyectiles que se disparan desde la batería colocada sobre la playa ya que los mismos rebotan en el agua y se vuelven a elevar, pasando a metros del bote con un silbido aterrador. Uno solo que impacte de lleno y la pequeña embarcación se partirá en pedazos matando a todos.Llegados a las barcazas, Hope salta sobre una de ellas, dos marineros que le siguen colocan el yunque debajo de una de las cadenas y es el mismo capitán de la “Firebrand” quién, con indudable sangre fría, la emprende a martillazos contra los duros eslabones.En esta oportunidad la diosa fortuna decide inclinarse por los protagonistas del heroico acto quienes, de milagro, logran escapar a todo lo que le tiraban desde las barrancas: Minutos más tarde los castigados eslabones saltan y las cadenas se deslizan hacia el fondo del Paraná.La lucha continúa pero ya las naves invasoras van cruzando la línea mientras cañonean terriblemente a la batería Manuelita, quién puede contestar solo esporádicamente debido a la escasez de balas.
Juan Bautista Thorne.

En esos momentos un proyectil de artillería enemigo voltea al heroico Juan Bautista Thorne, jefe de la batería que, al golpear su cabeza en la tierra sufre una afección por la cual pasará a la historia con el apodo de “El Sordo de Obligado”. Otra versión sostiene que la sordera de Thorne se produjo a consecuencia de estar tanto tiempo al lado de cañones que disparaban sin cesar durante casi nueve horas, varios artilleros sobrevivientes padecieron las mismas consecuencias. Las baterías finalizan su lucha ya sea por falta de municiones, o porque directamente habían sido arrasadas por el cañoneo. Es en éste momento cuando comienzan los intentos de desembarco masivo del enemigo.A las dos y media de la tarde el General Mansilla recibió un parte que le informaba que a una 15 cuadras al sur de las baterías, en el lugar llamado “Playa de los Pescadores”, el enemigo desembarca considerables fuerzas de infantería, para atacar sin dudas por el flanco. De inmediato imparte la orden de atacar al Coronel Ramón Rodríguez quien, al mando de 400 hombres del Batallón “Independencia” (Regimiento 1 Patricios), se hallaba a la espera en el bosque de talas, ubicado entre y detrás de las baterías “Restaurador Rosas” y “General Brown”. Los soldados avanzan a la carrera para evitar la maniobra de flanqueo. En el lugar unos lanchones ya habían desembarcado a numerosos infantes, pero otros todavía navegaban en dirección a la playa, por lo que el enemigo no había conseguido aún desplegar todo su poderío. Rodríguez no desaprovecho la oportunidad y ordeno cargar. Los oficiales anglo-franceses pensaron en resistir el ataque, pero viendo que no sería posible sin tener a todos los hombres en la playa ordenaron el reembarque, acción que se cumplió bajo una feroz arremetida a la bayoneta que realizaron los patriotas.Sin embargo la situación no da para mucho más. Con las baterías mudas por el fuego enemigo o la falta de municiones, la “Gorgon” y la “Firebrand” se acercan a la costa. Son las 5,45 de la tarde. Dos compañías de infantes comandadas por Sullivan se descuelgan de los barcos hacia los botes y enfilan hacia la playa en un segundo intento de desembarco. Este nuevo ataque se compone de 325 hombres que hacen pié en tierra firme a la altura del morro donde estaban amarrados los extremos de las cadenas, con el apoyo constante de la artillería de sus barcos. Media hora después lo hace el comandante francés con 100 hombres más.En ese momento los encargados de la defensa de la soberanía nacional, en esa zona, son el Batallón Norte y los Patricios Nicoleños, ambos de San Nicolás, compuesto por múltiples Sampedrinos, quienes cargan a bayoneta calada a los invasores y los obligan a retornar a sus botes para luego reembarcarse nuevamente. Mientras se desarrolla la lucha cuerpo a cuerpo, un casco de metralla hiere a Mansilla, quien debe ser sustituido en el mando por el segundo jefe de las fuerzas patriotas de Obligado, el Coronel Francisco Crespo.Un tercer desembarco de los aliados se produce a continuación, pero esta vez no puede ser rechazado por los patriotas en retroceso debido al intenso cañoneo y los cohetes disparados por la “Expedictive”, “Procide” y “Philomel”. Las arremetidas de la caballería Federal en su intento de rechazar el ataque son vanas y las tropas anglo-francesas mandadas por Sullivan y Tréhouart en persona se hacen dueños del lugar.Ha comenzado a caer la defensa de Obligado, luego de casi doce horas de intenso combate. Las fuerzas patriotas se retiran rumbo a San Nicolás con el fin de reorganizarse.Termina el día con casi 300 Argentinos muertos y cerca de 500 heridos. Los invasores tenían poco más de un centenar de bajas entre heridos y muertos. Esta disparidad que marcan las cifras se explica únicamente por la diferencia tecnológica-bélica que existía entre ambos contenedores. La Argentina había retado a las dos mayores potencias juntas y así le había ido, pero había escrito una hermosa página en la historia de la Nación la que, lamentablemente, luego se dejo caer en el olvido.Aún así y pese a lo desigual del armamento, la flota aliada tuvo que detenerse a curar sus heridas que no eran pocas. Los “Pandour”, “Fulton”, “Dolphin” y “San Martín” fueron acribillados por los cañones Argentinos, y no fueron destruidos totalmente debido al pequeño calibre de los mismos.“Siento vivamente (dijo el almirante Inglefield en su parte de guerra) que este bizarro hecho de armas se haya logrado a costa de tal pérdida de vidas, pero considerando la fuerte posición del enemigo y la obstinación con que fue defendida, debemos agradecer a la divina providencia que aquello no haya sido mayor”. Tréhouart se expresó en términos análogos. A su juicio la posición había sido fortificada por una mano maestra. Según la prensa de Montevideo “nunca desde la paz napoleónica, encontraron franceses e ingleses tan heroica resistencia".CombatientesEntre los participante de la batalla estuvo el legendario gaucho Antonio Rivero, protagonista de la rebelión en Malvinas contra la dominación inglesa.Antonio Rivero fue dado de alta en el ejército de Buenos Aires por el gobernador Juan Manuel de Rosas y allí prestó nuevos servicios hasta que, como lo comprobara el historiador José María Rosa, murió en su ley de gaucho patriota, al pie de una batería argentina peleando contra los ingleses el 20 de noviembre de 1845 en la Vuelta de Obligado. Algunos "historiadores" (sic), a pesar de la heroica y esforzado vida de Antonio Rivero, prefirieron mezquinarle honores diciendo que fue un gaucho pendenciero porque se basaron en las crónicas británicas sobre la sublevación de Malvinas. Hasta la Academia Nacional de Historia en un dictamen dado en Buenos Aires 19 de abril de 1966 con la firma de los académicos Ricardo R. Caillet-Bois y Humberto F. Burzio sostuvo que "los antecedentes documentales hasta ahora conocidos, no son nada favorables para otorgar a Rivero títulos que justifiquen un homenaje".Otro Rivero, Javier fue un Sampedrino caído en esa batalla y sepultado en el segundo camposanto que tuvo la Ciudad de San Pedro, en la intersección de las Calles Bartolomé Mitre y Bozzano.En el sito existe un camino peatonal que conecta calle Mitre con 25 de Mayo, y en él un pequeño monolito levantado el 20 de Noviembre del 2000, por el Centro de Estudios Históricos de San Pedro, muestra una placa en la que se recuerdan los nombres de cuatro combatientes Sampedrinos caídos en el Combate de la Vuelta de Obligado. Ellos son el citado Rivero, Ceferino Celada, Pedro Pan y Agua y Santiago Moreira. Dos calles de la Ciudad fueron bautizadas con los nombres de los dos primeros.Fueron muchos los Sampedrinos caídos en el combate. Lamentablemente sus nombres se han perdido por falta de rigor en el momento de la leva, de ahí lo valioso del trabajo de investigación, ya que el mismo nos ha permitido, con estos cuatro nombres, homenajear a todos los hijos de esta Ciudad caídos ese 20 de Noviembre de 1845.El combate cubrió de gloria el nombre argentino, desprestigio el bloqueo e hizo comprender la justicia argentina a muchos adversarios de Rosas.La resistencia se mantuvo admirablemente. Las provincias suplieron a la importación, y sus producciones artesanales crecieron en forma complementaria con la economía bonaerense. Al cabo del tiempo el bloqueo resultaba un fracaso político, militar y económico, por su costo y las continuas subvenciones dadas a Montevideo.Las grandes potencias enviaron sus mejores diplomáticos, que retornaron fracasados, sin doblegar a Rosas.En 1846 llego al Plata, enviado por ambos gobiernos, el ex cónsul Thomas Samuel Hood y sus propósitos de arreglo no tuvieron éxito a pesar de su buena voluntad. El repetido fracaso de los diplomáticos europeos agudizaba el problema y tenía visos de nunca acabar.Por ello, a comienzos de 1849, el Premier Palmerston envió a Buenos Aires a Henry Southern munido de especiales instrucciones, quien tras arduas negociaciones anuncio que su país aceptaba la posición defendida por nuestro gobierno.Concluyeron las deliberaciones con los tratados Southern-Arana (24 de Noviembre de 1849) y Arana-Lepredour (31 de agosto de 1850) cuyos puntos análogos establecían: suspensión de hostilidades en Uruguay, devolución de Martín García y barcos apresados, reconocimiento de la exclusiva jurisdicción y control argentino sobre sus ríos interiores, consideración del general Oribe en su investidura legal.El pabellón argentino seria solemnemente desagraviado. La victoria estaba totalmente consumada. Los cañones de la fragata Southampton, " saludaron con 21 disparos de desagravio y homenaje a una humilde bandera, desconocida del mundo, pero no ignorada por ellos”.Manifestaciones de San MartínCuando el Libertador don José de San Martín se enteró del bloqueo a los puertos de la Confederación, inmediatamente le escribió a Rosas ofreciendo sus servicios de militar, y cuando tuvo noticias de los acontecimientos de Obligado, realizó otro tanto con el General Guido inmortalizando la frase: “que los Argentinos no son empanadas que se comen sin más trabajo que abrir la boca”.En marzo de 1849, Rosas contestó una carta al Libertador en los siguientes términos: "Nada he tenido más a pecho en este grave y delicado asunto de la intervención, que salvar el honor y dignidad de las repúblicas del Plata, y cuando más fuertes eran los enemigos que se presentaban a combatirlas, mayor ha sido mi decisión y constancia para preservar ilesos aquellos queridos ídolos de todo americano. Usted nos ha dejado el ejemplo de lo que vale esa decisión y no he hecho más que imitarlo. Todos mis esfuerzos siempre serán dirigidos a sellar las diferencias existentes con los poderes interventores de un modo tal que, nuestra honra y la independencia de estos países, como de la América toda, queden enteramente salvos e incólumes." (Juan Manuel de Rosas). “No puedo concebir que haya americanos que por un indigno espíritu de partido se unan al extranjero para humillar a su patria y reducirla a una condición peor que la que sufríamos en tiempos de la dominación española. Una tal felonía ni el sepulcro la puede hacer desaparecer."Posteriormente antes de fallecer en 1850, determino como una de sus últimas voluntades “El sable, que me ha acompañado en toda la guerra de la Independencia de la América de Sur, le será entregado al general de la República Argentina, don Juan Manuel de Rosas, como una prueba de la satisfacción que como argentino he tenido al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los extranjeros que trataban de humillarnos."(Ver: Rosas y San Martín ) La batalla ignoradaDesde la caída de Rosas hasta hace algunos años esta fue una batalla ignorada por la historia oficial. En la Escuela la vimos pasar rápidamente y sin mayores comentarios, a pesar que casi trescientos Argentinos entregaron sus vidas defendiendo ni más ni menos que la SOBERANIA NACIONAL.Algún día deberemos entender que Rosas, San Martín, Belgrano y el resto de los hombres de nuestra historia fueron justamente eso, hombres que creyeron que estaban haciendo lo mejor para el País y así debemos tomarlo. Traer conflictos de esa época a la actualidad para revitalizarlos y no para estudiarlos y comprenderlos en su contexto, es un error. Cuando superemos esa inmadura actitud nos encontraremos con toda la magnificencia, con todo el heroísmo y la grandeza que significó la Batalla de la Vuelta de Obligado.Ese día comenzaremos a saldar una deuda con más de dos mil hombres y mujeres que enfrentaron a las dos mayores potencias del mundo en el siglo XIX.















BATALLA DE LEPANTO










Este gran hecho de la Cristiandad ocurrió el 7 de octubre de 1571.
Queremos destacar esta batalla como aquel acontecimiento que salvo a la cristiandad de Occidente del Imperio Turco. Es de vital importancia este hecho para celebrar este mes de octubre dedicado al SANTO ROSARIO.

LA ORACIÓN DEL ROSARIO SALVA A LA CRISTIANDAD Y ES NUESTRA ARMA EN LA BATALLA ACTUAL.

En 1571 la cristiandad era amenazada por los turcos (musulmanes). El Papa San Pío V pidió a todos que rezaran, particularmente el Rosario, para obtener la victoria. Una vez conseguida, instituyó la fiesta de Nuestra Señora del Rosario.

Los musulmanes ya habían arrasado con la cristiandad en el norte de África, en el medio oriente y otras regiones. España y Portugal se había librado después de ocho siglos de lucha la amenaza se cernía una vez más sobre toda Europa. Los turcos se preparaban para dominarla y acabar con el Cristianismo.
La situación para los cristianos era desesperada. Italia se encontraba desolada por una hambruna, el arsenal de Venecia estaba devastado por un incendio. Aprovechando esa situación los turcos invadieron Chipre con un formidable ejército. Los defensores de Chipre fueron sometidos a las más crueles torturas.
El Papa San Pío V trató de unificar a los cristianos para defender el continente pero contó con muy poco apoyo. Por fin se ratificó la alianza en mayo del 1571. La responsabilidad de defender el cristianismo cayó principalmente en Felipe II, rey de España., los venecianos y genoveses. Para evitar rencillas, se declaró el Papa como jefe de la liga, Marco Antonio Colonna como general de los galeones y Don Juan de Austria, generalísimo. El ejército contaba con 20.000 buenos soldados, además de marineros. La flota tenía 101 galeones y otros barcos más pequeños. El Papa envió su bendición apostólica y predijo la victoria. Ordenó además que sacaran a cualquier soldado cuyo comportamiento pudiese ofender a Dios.
San Pío V, miembro de la Orden de Santo Domingo, y consciente del poder de la devoción al Rosario, pidió a toda la Cristiandad que lo rezara y que hiciera ayuno, suplicándole a la Santísima Virgen su auxilio ante aquel peligro.
Poco antes de amanecer del 7 de Octubre la Liga Cristiana encotró a la flota turca anclada en el puerto de Lepanto. Al ver los turcos a los cristianos, fortalecieron sus tropas y salieron en orden de batalla. Los turcos poseían la flota más poderosa del mundo, contaban con 300 galeras, además tenían miles de cristianos esclavos de remeros. Los cristianos estaban en gran desventaja siendo su flota mucho más pequeña, pero poseían un arma insuperable: el Santo Rosario. En la bandera de la nave capitana de la escuadra cristiana ondeaban la la Santa Cruz y el Santo Rosario.
La línea de combate era de 2 kilómetros y medio. A la armada cristiana se le dificultaban los movimientos por las rocas y escollos que destacan de la costa y un viento fuerte que le era contrario. La más numerosa escuadra turca,sin embargo tenía facilidad de movimiento en el ancho golfo y el viento la favorecía grandemente.
Mientras tanto, miles de cristianos en todo el mundo dirigían su plegaria a la Santísima Virgen con el rosario en mano, para que ayudara a los cristianos en aquella batalla decisiva. Don Juan mantuvo el centro y tuvo por segundos a Clolonna y al general Veneciano, Venieri. Andrés Doria dirigía el ala derecha y Austín Barbarigo la izquierda. Pedro Justiniani, quien comandaba los galeones de Malta, y Pablo Jourdain estaban en cada extremo de la línea. el Marqués de Santa Cruz estaba en reserva con 60 barcos listos para relevar a cualquier parte en peligro. Juan de Córdova con 8 bracos avanzaba para espiar y proveer información y 6 barcos venecianos formaban la avanzada de la flota.



La flota turca, con 330 barcos de todo tipo, tenía caso el mismo orden de batalla, pero según su costumbre, en forma creciente (media luna). No utilizaban un escuadrón de reserva por lo que su línea era mucho más ancha y así tenían gran ventaja al comenzar la batalla. Hali estaba en el centro, frente a Don Juan de Austria; Petauch era su segundo; Louchali y Siroc capitaneaban las ods alas contra Doria y Barbarigo.



Don Juan dio la señal de batalla enarbolando la bandera enviada por el Papa con la imagen de Cristo crucificado y de la Virgen y se santiguó. Los generales cristianos animaron a sus soldados y dieron la señal para rezar. Los soldados cayeron de rodillas ante el crucifijo y continuaron en esa postura de oración ferviente hasta que las flotas se aproximaron. Los turcos se lanzaron sobre los cristianos con gran rapidez, pues el viento les era muy favorable, especialmente siendo superiores en número y en el ancho de su línea. Pero el viento que era muy fuerte, se calmó justo al comenzar la batalla. Pronto el viento comenzó a soplar en la otro dirección, ahora favorable a los cristianos. El humo y el fuego de la artillería se iba sobre el enemigo, casi cegánadolos y al fin agotándolos.



La batalla fue terrible y sangrienta. Después de tres horas de lucha, el ala izquierda cristiana, bajo Barbarigo, logró hundir el galeón de Sirochl su pérdida desaninó a su escuadrón y presionado por los venecianos, se retiró hacia la costa. Don Juan, viendo esta ventaja, redobló el fuego, matando así a Hali, el general turco, abordó su galeón, bajó su bandera y gritó: ¡¡Victoria!!. Los cristianos procedieron a devastar el centro.



Louchali, el turco, con gran ventaja numérica y un frente más ancho, mantenía a Doria y el ala derecha a distancia hasta que el Marqués de Santa Cruz vino en su ayuda. El truco entonces escapó con 30 galeones, el resto habiendo sido hundidos o capturados.



La batalla duró desde alrededor de las 6 de la mañana hasta la noche, cuando la oscuridad y aguas picadas obligaron a los cristianos a buscar refugio.



El Papa Pio V, desde el Vaticano, no cesó de pedirle a Dios, con manos elevadas como Moises. Durante la batalla se hizo procesión del rosario en la iglesia de Minerva en la que se podía por la victoria. El Papa estaba conversando con algunos cardenales pero, de repente los dejó, se quedó algún tiempo con su ojos fijos en el cielo, cerrando el marco de la ventana dijo: "No es hora de hablar más sino de dar gracias a Dios por la victoria que ha concedido a las armas cristianas". Este hecho fue ciudadosamente atestado y auténticamente inscrito en aquel momento y después en el proceso de canonización de Pio V.



La autoridades después compararon el preciso momento de las palabras del Papa Pio V con los registros de la batalla y encontraron que concordaban de forma precisa. Pero la mayor razón de reconocer el milagro de la victoria naval es por los testimonios de los prisioneros capturados en la batalla. Ellos testificaron con una convicción incuestionable de que habían visto a Jesucristo, San Pedro, San Pablo y una gran multitud de ángeles, espadas en manos, luchando contra Selim y los trucos, cegándolos con humo.



Esta imagen es "El Cristo de Lepanto", que está en la Catedral de Barcelona. Según la tradición oral (S. XVI) presidió la galera capitana del bando cristiano.
Según un relato, una bala de cañón llevaba dirección de impactar sobre él pero la figura, milagrosamente, se ladeó ligeramente esquivando el proyectil. Así quedó.













En la batalla de Lepanto murieron unos 30.000 turcos junto con su general, Hali. 5.000 fueron tomados prisioneros, entre ellos oficiales de alto rango. 15.000 esclavos fueron encontrados encadenados en las galeras y fueron liberados. Perdieron más de 200 barcos y galeones. Los cristianos recuperaron además un gran botín de tesoros que os turcos habían pirateado.



Los trucos con su orgulloso emperador fueron presa de la mayor consternación ante la derrota. Dios, que en su justicia había permitido que parte de las naciones cristianas cayeran bajo la opresión turca, impuso aquel día un límite y no permitió que el cristianismo desapareciera. El Dios que pone limites a las aguas y conoce cada grano de arena, escuchó la oración y manifestó su poder salvador. Fue la última batalla entre galeones de remos.



Los cristianos lograron un milagrosa victoria que cambió el curso de la historia. Con este triunfo se reforzó intensamente la devoción al Santo Rosario.



En gratitud perpetua a Dios por la Victoria, el Papa Pío V instituyó la fiesta de la Virgen de las Victorias, después conocida como la fiesta del Rosario, para el primer domingo de Octubre. A la letanía de Nuestra Señora añadió "Auxilio de los cristianos". El Papa Pío V murió el 1º de mayo de 1572, fue beatificado por Clemente X en 1672 y canonizado por Clemente XI en 1712. Sus restos mortales están en la basílicas de Santa María la Mayor en Roma.



En 1569, dos años antes de la batalla, el mismo Papa, en su Carta Apostólica "Acostumbraron los Romanos Pontífices" ilustró y en cierto modo, definió la forma tradicional del Rosario.



En 1573, El Papa Gregorio XIII le cambió el nombre a la fiesta, por el de Nuestra Señora del Rosario. El Papa Clemente XI extendió la fiesta del Rosario a toda la Iglesia de Occidente, en 1716 (El mismo Papa canonizó al Papa Pío V en 1712). El Papa Benedicto XIII la introdujo en el Breviario Romano y San Pío X l fijó en el 7 de octubre y afirmó: "Denme un ejército que rece el Rosario y vencerá al mundo".



Lo acontecido en Lepanto por intercesión de la Virgen y el rezo del rosario se repitión en Viena, liberada por Juan Sobinski.



En Polonia, donde en agradecimiento a Nuestra Señora por la victoria obtenida, se estableció la fiesta del Dulce Nombre de María.



En Rumania.



Hoy los Cristianos estamos en situación similar, en una lucha entre la cultura de la vida y la cultura de la muerte. Esta se refleja en la destrucción de las familias y también en la crisis de los gobiernos en todos los países. El enemigo parece muy superior en su fuerzas: ellos tienen la prensa, la TV, las universidades, el dinero... La mayoría de los cristianos están dormidos, arrastrados por el paganismo imperante. Pero no podemos lamentarnos de no tener los recurso que tiene el enemigo. Tampoco podemos esperar a que todos los católicos despierten del letargo en que el mundo los tiene envueltos. Nosotros tenemos las armas más poderosas: La Fe y el Santo Rosario. El Señor ganará la batalla con la entrega total de unos pocos humildes y totalmente fieles al Señor, a María y a la Iglesia. Hombres y mujeres que no se avergüenzan de ser católicos y de luchar con todo el corazón.



La victoria no será fácil. Lepanto no fue fácil. La lucha fue sin cuartel, con enormes sufrimientos. Hoy no será fácil. Pero no tengan miedo pues Dios da la gracia. Hay que actuar YA, poniendo la confianza en el Señor sabiendo usar sus armas que son espirituales y no según nuestra lógica. Hay que unirse a la Papa el Vicario de Cristo y seguir sus direcciones.



Lepanto y la Virgen de Guadalupe



Uno de los tres admirantes comandando las fuerzas católicas en Lepanto era Andrea Doria. Él llevaba consigo una pequeño réplica de la Virgen de Guadalupe. Esta imagen se encuentra en la iglesia de San Estéfano en Aveto, Italia.



Reliquias de la Victoria



La reliquia más importante es el Cristo de Lepanto que se encuentra en la Catedral de Barcelona.



También en Barcelona, en el Museo Marítimo de Barcelona, en el astillero medieval, se guarda una reproducción a escala real (60 metros de eslora total) de la nave La Real de Juan de Austria, Capitán de la Santa Liga de Lepanto.



En Roma, en el techo de la Santa María en Aracoeli podemos observar las decoraciones en oro tomadas de las galeras turcas.



En el palacio Doges de Venecia hay una gigantesca bandera islámica, trofeo de la victoria sobre uno de los barcos trucos en la batalla de Lepanto.



En la Basílica Santa María la Mayor, cerca de la tumba del Papa Pío V, había otra bandera islámica de la batalla, pero fue devuelta a Estambul en 1965 como gesto de concordia.













FUENTE: http://www.corazones.org/












Desde al Guardia Patriótica Argentina queremos dar un Gran Reconocimiento al Tte. Cnel. Mohamed Alí Seineldín por su ejemplo de valor y patriotismo.
Pedimos a Nuestro Señor Jesucristo que le de el Descanso Eterno, que su partida no nos entristezca sino que nos de la Alegría de saber que otro camarada a tomado su estandarte.
Queremos recordarlo como aquel Héroe de la Malvinas, aquel caballero de nuestra patria que quiso liberarla de la corrupción política de los traidores y protegerla de los enemigos que la asechan.


Biografía
Mohamed Alí Seineldin nació en Concepción del Uruguay el 12 de noviembre de 1933. Ex militar argentino. Fue condenado a cadena perpetua por el levantamiento carapintada de Diciembre de 1990. Pero en el 2003 recibión el indulto presidencial de Eduardo Duhalde.
Carrera militar
en 1957 egresó del Colegio Militar de la Nación, con el grado de Subteniente del arma de infantería Posteriormente, prestó servicios en la Escuela de Suboficiales "Sargento Cabral" y en el Colegio Militar de la Nación, establecimiento de los futuros suboficiales y oficiales del Ejército Argentino. Luego fue jefe de una compañía de paracaidistas en Catamarca. Cuando completó sus estudios superiores en la Escuela Superior de Guerra, se le otorgó el titulo de Oficial de Estado Mayor . Más tarde se desempeñó como profesor en esta misma escuela. Colaboró en los planes de estudio de diversos organismos de la Policía Federal Argentina. Fue jefe de los cursos de "Comandos" del Ejército; y combatió en la Provincia de Tucumán durante la guerra contra la Subversión. Como consecuencia de su manifiesta oposición al relevo del Comandante en Jefe del Ejército, General Numa Laplane, por cuanto vislumbraba que este episodio no era aislado sino que formaba parte de una estrategia para el desplazamiento del Gobierno Nacional, fue relevado de sus en la Escuela de Infantería , en 1975. En oportunidad de suscitarse el conflicto con Chile, fue trasladado hacia la Patagonia. En 1981 y 1982 fue Jefe del Regimiento de Infantería 25, en Sarmiento, provincia de Chubut. Participó en la Guerra de Malvinas, siendo considerado un Héroe por muchos de los ex combatientes.
Luego de su ascenso al grado de Coronel, en 1984, fue asignado a la República de Panamá como Agregado Militar, por el Gobierno Nacional. En ese cargo se desempeñó durante 1985 y 1986.
Alzamiento carapintada
Seineldín, fue el líder del alzamiento carapintada contra Carlos Menem del 3 de 1990, donde unos 50 soldados se hicieron con el control de instalaciones militares de la provincia de Buenos Aires. El mismo día, el gobierno declaró el estado de sitio durante 60 días. Los rebeldes se rindieron el 4 de diciembre y ese mismo día se levantó el estado de sitio. Según los informes, 13 personas resultaron muertas durante la sublevación, entre ellas cinco civiles, y decenas más fueron heridas como consecuencia de los enfrentamientos.
Un tribunal militar condenó a los oficiales rebeldes a períodos de cárcel que oscilaban entre 12 años y el "encarcelamiento indefinido". El levantamiento de diciembre de 1990 fue el tercero protagonizado por miembros del Ejército contra gobiernos desde la restauración de la democracia en Argentina en 1983.
Posiciones
Entre otras cosas, crítica al F.M.I; se opone a la política intervencionista de EEUU; ataca la política israelí en Palestina; se opone la modelo neoliberal y a la globalización; es nacionalista; declaró su preocupación por la revolución mundial anticristiana y contra el enemigo invisible que controla el nuevo orden mundial; habla de refundar la República; se queja de la falta de representatividad.
Pensamientos y máximas del Coronel Seineldín
"No se concibe la paz al precio de la indignidad y la miseria. Frente a la injusticia, la lucha y la resistencia, es toda una razón de existir".
"Me di por muerto en Malvinas. El resto de mi vida lo pongo al servicio de mi Patria luchado por un proyecto Nacional, para que la presente generación, si aceptare este desafío, lo enarbole como bandera de Victoria".
"Como un buen soldado, jamás me lamentaré de haber dado testimonio de patriotismo desde la cárcel, que me impuso el sistema. Solo pretendo que este sacrificio no sea en vano y se convierta en un legado de lucha para las nuevas generaciones".
"No callemos nuestra voz de protesta contra el imperialismo apátrida. A los silencios de los pueblos, preceden los tiempos de la esclavitud".
"En más de un década de cárcel, el sistema tan solo ha logrado encerrar mis ochenta kilos de carne y huesos. Mi espíritu siempre ha vivido en libertad".
"No tuve ni tengo aspiraciones políticas, por eso poseo la libertad de ofrecer mi testimonio del cárcel, a todos los hombres y mujeres de mi pueblo, que luchan desde cualquier lugar, dando el mensaje de la patria".
"Se puede negar el pasado con la indiferencia, más no se puede negar la responsabilidad de cada uno sobre el futuro, sin ondenar el porvenir de sus hijos".
"Mientras haya tan solo un grupo de Argentinos, que se resistan a ser conquistados, la Patria Vive".
"Quienes son cómplices de la desocupación y la miseria de los trabajadores, están atentando contra el futuro de la Patria y promoviendo la desintegración Nacional".
"La Patria es un bien natural otorgado por Dios, que como Argentinos debemos defender, hasta el límite de dar la vida si fuera necesario".
"Los políticos que no hacen honor la compromiso asumido ante el Pueblo, son como aves de carroña, prestos a servirse de los cadáveres de quienes confiaron en ellos".
"No hay esperanza donde la corrupción se instala. No habrá paz, donde haya un pueblo sometido y humillado. Y no hay porvenir, dende no esté asegurado el futuro de la Patria".
"Luchar, luchar, luchar, ese es el precio por conquistar la libertad y al mismo tiempo, los laureles de gloria, para quienes están dispuestos a vivir con dignidad"





































EVO MORALES








"La Iglesia Católica es un símbolo del colonialismo europeo y por tanto debe desaparecer de Bolivia".
CNN La Paz 24 de junio, Evo Morales hizo duras críticas al calificar a la Iglesia Católica como un "símbolo vivo del colonialismo europeo", que según su nueva política de gobierno debe desaparecer de Bolivia. Señaló que la Iglesia pasará a ser controlada por el Estado y de su margen de acción será reducido a un mínimo puesto que esta no es una institución política ni social sino simplemente tradicionalista. "el Estado será quien controle todas las instituciones y sus respectivas funciones", señaló el mandatario haciendo referencia del modelo cubano de su homólogo y ahora socio Fidel Castro. Bolivia es un país con un alto porcentaje de población indígena, cuenta también con un 93 por ciento de población católica conocida por su profundo sentido de devoción así como la riqueza cultural que ostenta resultando de la fusión de la Fe cristiana y las religiones indígenas. Mediante la implantación de un nuevo sistema de educación Morales pretende abolir la enseñanza hasta ahora impartida de la asignatura de Religión en las escuelas públicas y privadas del país por una nueva en donde se impartan lenguas nativas a los jóvenes. Continuando con sus declaraciones dijo que el siguiente paso luego de la implementación de dicha medida sería abolir las festividades religiosas tradicionales en las distintas partes del país tomando como ejemplo la fiesta de Urkupina y la festividad del Gran Poder por considerarlas símbolos del colonialismo europeo y derroches económicos innecesarios que no concuerdan con la política de formar un Estado Socialista. Al ser consulado sobre las declaraciones y críticas emitidas de Roma por el Papa Benedicto XVI, Morales señaló que el Papa gobierna en Roma y no en Bolivia.